
¿No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy o no dejes para hoy lo que puedes hacer mañana? Muchos de nosotros sufrimos este dilema a diario, tanto con nuestro trabajo, nuestras actividades personales, compromisos familiares, informes que tenemos que entregar, cosas que tenemos que comprar, citas con el médico, y muchos etcéteras.
Hasta la Universidad de Harvard dedicó unas líneas a este "mal" que tanto nos molesta, y miles de libros y textos escritos sobre el tema dan cuenta de que es un fenómeno que aqueja a muchos. Sin embargo, en los últimos años, algunos estudiosos descubrieron que procrastinar puede no ser tan malo, y que precrastinar en exceso también puede tener sus contras.
“La gente responde a correos electrónicos inmediatamente en lugar de tomarse un tiempo para pensar la respuesta, o pagan deudas tan pronto como llegan con lo cual dejan de percibir intereses en el banco”, dijeron los profesores David Rosenbaum y Edward Wasserman, de las universidades de Pensilvania y de Iowa, respectivamente.
"Uno de los grandes beneficios de dejar todo para el final es que fomenta la creatividad", señaló el trabajo de Jihae Shin, profesora de la Facultad de Negocios de la Universidad de Wisconsin. Por su parte, John Perry, profesor de filosofía y autor del libro The Art of Procrastination, sentenció: “Posponer estimula la invención”.
Entonces, procrastinar ¿es bueno o malo?
Nada es bueno o malo. Depende de cómo te está funcionando a vos. Si procrastinar y postergar tus tareas no te está siendo funcional, entonces tenemos que encontrar la manera de que no suceda más. Procastinar genera muchas veces frustración, desánimo, y estrés.
Te dejo algunos consejos que pueden servirte.
- En primer lugar, es importante reflexionar sobre qué actividad o compromiso específico estás postergando y cuál es su nivel de importancia en tu planificación de tareas.
- Detectar qué es lo que te retrasa puede ayudar. Por qué otra actividad lo estás reemplazando, es decir, cuáles son las fuentes de distracción. ¿Suspendes la redacción de un informe para pasar un tiempo en las redes sociales? ¿Postergas una visita al médico para ver una maratón de alguna serie en la TV? En general, dejamos de hacer lo importante para distraernos en lo superfluo.
- Pensar en los efectos puede ser útil. Sin embargo, en lugar de pensar en el futuro, te invito a que hagas el ejercicio de reflexionar sobre qué pasó la última vez que dejaste para último momento una tarea importante. ¿Cómo te sentiste en el proceso? ¿Cómo te sentiste cuando concretaste esa tarea? ¿Cómo lo tomó tu equipo o tu jefe?
- A veces postergamos tareas en nuestro trabajo pero con las tareas domésticas somos expeditivos o al revés. ¿En qué ámbitos de tu vida te sucede? (trabajo, familia, amigos, salud, etc.) Si en alguno de estos ámbitos sos organizado y ejecutas tus actividades a tiempo, entonces dejá de castigarte y preguntate qué cosas estás haciendo bien, para luego poder trasladarlo al espacio en el que no estás pudiendo organizarte. Y esto lleva al próximo punto.
- ¿Qué actividad/compromiso no postergas o no postergaste? Pensar en esto es útil porque seguramente encuentres alguna situación específica en la que pudiste hacerlo hoy para no dejarlo para mañana. En ese caso, ¿cómo lo hiciste? Recuperar esos recursos que te sirvieron en otras situaciones puede funcionar. Quizás utilizaste alguna técnica de gestión del tiempo, o descubriste que trabajando con otra persona pudiste avanzar. Recordá que contás con las herramientas para salir adelante, sólo es necesario conocerlas y sacarlas a la luz.
Detenerse a reflexionar sobre uno mismo no es sencillo pero tampoco imposible. Te recomiendo que lo conviertas en un hábito.