
Paula Mandraccio, lidera Bra un espacio que nació en un momento muy especial de su vida, amamantando a su beba Margarita, hace casi 8 años atrás.
En aquel momento, Paula se dio cuenta que el espacio en que ella se desempeñaba profesionalmente tenía una dinámica y un diseño de organigrama: La publicidad tenía una estructura muy lineal y ese formato comenzó a hacerle ruido.
En un viaje a Londres, terminó de entender el sentido de eso que es más grande que la propia experiencia: Cuando hay algo que se comparte, todos están comprometidos.
En este contexto, es que Bra nació como espacio colaborativo, con un organigrama circular, en donde lo nodal impera y el commonwealth es la necesidad concreta que el cliente trae a la mesa para ser resuelto con creatividad, pero aplicada a negocio.
En Europa, el concepto de commonwealth se encuentra muy desarrollado y su concepción se sostiene sobre la base de la riqueza y el bienestar común. El concepto de individualidad no desaparece, sino que toma otra dimensión. Los individuos son integrados como parte de un todo social.
Para Mandraccio la manera de asumir el liderazgo commonwealth para lograr el crecimiento colectivo implica: “Moverse de un diseño de compañía vertical al 100 y flexibilizar esos bordes para crecer. Eso y tomar plena consciencia que para emprender hay que aprender a vivir con poco porque vivir liviana te vuelve libre”.
Respecto a la toma de decisiones, cada uno debe tomar su rol y poner sus fortalezas al servicio del proyecto “La toma de decisiones de negocio las tengo que tomar habitando mi rol de líder porque es un espacio que no todos desean tomar, me toca a mi decidir cuestiones de Bra futuro y como la creatividad es nuestro activo ahí si tengo la última palabra. Pero si el proyecto que estamos trabajando tiene la dirección de arte como herramienta imperante, nuestro director de arte nos va marcando el camino, para que desde ahí podamos defender todo lo demás”.
Para el liderazgo commonwealth “el proyecto es de todos”. Apunta a emprender con un propósito, ser responsables con los objetivos que se definen. Implica fijar objetivos “trascendentales”.
“Este diseño de organización tiene múltiples virtudes pero la más interesante en términos de negocios es que en un país como Argentina, cíclico e incierto, al trazar objetivos trascendentes y a largo plazos, casi de tipo épicos, no hay lugar para el drama a la hora de analizar la coyuntura porque tampoco el único indicador de performance es el retorno de inversión, ni se tiene como plan la riqueza económica inmediata. Si las personas que integran una corporación con este tipo de ambiente de trabajo lo harían extensivo en los distintos ámbitos de su vida, podrían contagiar esa energía de comunidad y crecimiento que se
espera. Hablamos de un sentido de grandeza”, subraya Mandraccio.
Se trabaja en pos de dejar una huella, sembrar aquel arbolito que le dará sombra a generaciones futuras, pero que es obligatorio dejar hecho. Y este concepto commonwealth, que viene de Europa, hace referencia a un código de convivencia por los espacios comunes.
“En el camino, no solo se trata de dinero, das trabajo, te unís con otros parecidos a vos, empresarios conscientes, universidades que se animan a reconfigurar la definición de éxito profesional, el auge de las habilidades blandas, y la tendencia de vivir liviano. Nadie hace nada solo. Y el dinero, es energía que tiene que circular, y lograr amplificar puntos de vista, negocios, puestos de trabajo, extender los bordes hacia cosas nuevas”. Y agrega: “Esto no es caridad: se trata de otra forma de hacer business con el foco puesto en lo que cada uno tiene para dar. Nada más parecido a un gran picnic multidisciplinario”.
Otro tipo de managers, otra manera de definir la misión de una empresa, de medir el éxito y los logros. Reemplazar la pirámide por un círculo y gestionar todo tipo de otras habilidades, a la hora de analizar el recruitment de talentos nuevos. Para las empresas del futuro, y por qué no, ya del presente, será un desafío desplegar esquemas de desarrollo de capital humano para futuros líderes circulares. ¿Cuál es tu rol? A que te consagrás por encima de tu bono? Son algunas preguntas disparadoras a tener en cuenta para estas organizaciones.
“Yo creo que en este sentido, la creatividad -core de nuestro negocio, y el activo que nos hace ganar dinero- se pone a jugar desde otro lugar: qué aspectos que antes se hacían de una manera, ahora el mundo necesita que sean hechos de otra? .En este sentido, como líder de mi equipo, tengo la obligación de aprender de cada uno de los interlocutores con los que me conecto. Y sobre todo, dejarlos entrar en mi sistema de creencia, con humildad y escucha activa: porque lo que estamos construyendo es de todos”, concluyó la fundadora de Bra.