
Por: Diego Bekerman, Gerente General de Microsoft Argentina
Hoy quiero compartir qué aprendí sobre el liderazgo a distancia. Transitamos dos meses en esta nueva realidad, hay muchas cosas que no sabemos, tenemos por delante un futuro incierto que es dinámico y muy volátil, pero podemos tomar los aprendizajes de los países que ya pasaron por esto y de nuestra propia experiencia para diseñar de qué manera vamos a liderar en nuestra organización. Hay ciertas tendencias que se aceleraron en este contexto, que van a consolidarse y a convertirse en una nueva normalidad. El trabajo remoto, las reuniones virtuales, la gestión de equipos a distancia son parte de esta nueva normalidad y a medida que el aislamiento social obligatorio se flexibilice iremos atravesando diferentes fases de nuestra adaptación al contexto, y algunas de estas tendencias quedarán en el largo plazo.
¿Cómo liderar equipos de manera virtual en este contexto? En este tiempo destaco cinco aprendizajes.
- Cada persona transita esta situación como puede. Empatía. Hace poco leí esta frase que lo resume: “Se amable con vos mismo y con los demás. No juzgues a otros por cómo están sobrellevando este momento comparado con tu propia experiencia, tampoco lo hagas con vos mismo”. La empatía busca que nos pongamos en los pies de la otra persona, para entender su mundo emocional y la manera de ver las cosas. Si para poder liderar en un contexto habitual se necesita el desarrollo de esta habilidad, hoy tenemos que estar más abiertos que nunca a comprender al otro y a nosotros mismos. Para poder llevar a delante un equipo, como líderes tenemos que encontrar su propio equilibrio primero.
- Esta no es nuestra normalidad. Estamos viviendo un contexto excepcional. Es importante considerar eso a la hora de medir la productividad del equipo y de plantear objetivos. Es un momento para fomentar el trabajo colaborativo dentro de la organización, en pequeños grupos que permitan mayor agilidad. Establecer nuevos acuerdos, generar instancias donde hay claridad sobre los objetivos y qué puede comprometerse a hacer cada uno.
- Vernos la cara es mejor. Es un momento para utilizar la tecnología a nuestro favor, al no poder tener contacto físico generemos un contacto visual en las reuniones virtuales del equipo. Estar comunicados genera tranquilidad, nos conecta, nos devuelve parte de la grupalidad que tanto extrañamos, el café en el pasillo de la oficina, compartir pequeños logros juntos. Propiciemos ese contacto.
- El futuro del trabajo llegó de un día para el otro. Para muchas organizaciones la transformación digital es una novedad, cada una se adaptó o está adaptando como pudo. Hay tendencias que van a permanecer, es un momento para aprovechar la madurez acelerada que tuvimos que hacer para adoptar tecnología y ponerla al servicio de las personas, el negocio y las organizaciones.
- Es hora de repensar la cultura. A las empresas las hacemos las personas. Si tu organización no tiene una cultura basada en el cuidado de la persona, en entender su individualidad y fomentar una mentalidad inclusiva y diversa, es momento de comenzar a diseñarla. Lleva tiempo, pero es el catalizador para que puedas desarrollar un mejor liderazgo que se traducirá en mejores resultados del equipo en este contexto.
El futuro sigue teniendo un dinamismo que va evolucionando día a día, pero hoy tenemos que saber que la organización está aprendiendo a trabajar de una manera diferente y tener una mentalidad abierta para aprender de los errores nos va a ayudar a reaccionar con la velocidad que el contexto nos demanda.