
Miedo al fracaso, miedo a lanzarte, miedo a equivocarte, miedo al qué dirán, miedo a no ser aceptada, miedo al error, miedo a dar un paso en falso. Es natural sentir miedo y está muy presente en el universo de las emprendedoras, de las mujeres que quieren reinventarse, o concretar proyectos que tienen guardados desde hace años.
Se trata de las dos ansiedades básicas que llevamos con nosotras desde los inicios de nuestra vida y que tienen que ver con nuestros intentos de adaptación a los cambios. Por un lado, el miedo a la pérdida, a desestructurarnos, a abandonar lo conocido y por el otro miedo al ataque, a lo desconocido, a no estar lo suficientemente instrumentadas para lo que viene, para lo nuevo.
Ahora bien, ¿Cómo gestionarte?
Empezá indagando. ¿Qué sentís? ¿Cuándo, en qué momentos? ¿En qué parte del cuerpo la sentis? ¿Cómo se siente? El miedo a veces paraliza y a veces nos es funcional advirtiéndonos de los riesgos que nos puede deparar lo nuevo. Identifica en qué momentos es útil y en qué otros se vuelve un obstáculo para avanzar.
Respira profundo, camina, da una vuelta a la silla si es necesario, ejercitate, medita, visualízate lográndolo, empeza con una tarea simple que puedas ejecutar en las próximas 24 horas, acciona con cosas pequeñas.
¿Que te decís? ¿De dónde vienen esos pensamientos? Seguramente en ellos haya opiniones sobre vos misma, interpretaciones de lo que deberías haber hecho o deberías hacer. Resignificalas. Las palabras pueden tener otro significado, no seas dura con vos, cambialas por palabras amables, por construcciones que demuestren de lo que sos capaz y lo mucho que te amas.
No estés sola. Podes acudir a otras personas para cambiar tu mirada. Conversa con personas que están atravesando situaciones similares, participa de grupos de mujeres que lo hayan logrado o que lo estén intentando, construir redes que te sostengan en esos momentos en los que te decís “no puedo”, puede ser sanador.
No te abandones. Reflexiona. Pensate. Nadie dice que tengas que saltar al vacío, podes ir de a poco, probar, equivocarte, ajustar, y volver a intentarlo.
Regalate la oportunidad de confiar en que vos podes.