top of page

Explorando emociones y desafiando juicios



Mientras estudiaba Coaching, me pidieron que registrara mis emociones durante dos días. Luego como parte del ejercicio, debí realizar algunas reflexiones. Cada tanto vuelvo al mismo ejercicio. Llevar registro en un papel de nuestras emociones es una herramienta accesible que puede servirnos no sólo para identificar cómo nos sentimos ante determinadas situaciones en determinados momentos, sino también y más importante, poder gestionar alguna emoción particular que no nos está siendo funcional. 



¿Qué son las emociones? Son respuestas a estímulos o situaciones cambian a lo largo de un día e impactan además en nuestra corporalidad y en nuestro lenguaje. ¿Por qué? Porque según la Ontología del Lenguaje, en la que el Coaching Ontológico fundamenta su práctica, somos seres constituidos por Languaje, Cuerpo y Emociones, lo que denominamos, estructura de coherencia. Cada eslabón de esta estructura interactúa necesariamente con los otros dos, y cuando uno de ellos es afectado, los otros dos también se ven afectados. Entonces, gestionar o intervenir en alguna de estas facetas, puede ayudar a cambiar otra. 


Por ejemplo, en un estado de miedo, hay personas que experimentan temblor, sudoración, los ojos están más abiertos y alertas, el ceño puede fruncirse, etc. En síntesis, la corporalidad y la gestualidad, cambian junto con la emoción. Y el lenguaje también porque cada emoción tiene asociada una narrativa. Se sostiene en algo que nos estamos diciendo. ¿Qué te decís mientras te sentís así? Esa historia que te contas, ¿cuánto tiene de hechos comprobables y cuánto de juicios e interpretaciones? A partir de aquí, podrás fundamentar o desafiar esos supuestos. En general, algunas frases que surgen en el miedo son: algo malo podría pasar; estoy en riesgo; no me animo; podría perder algo valorado; que pasa si fracaso. 


Algunas preguntas que te sugiero hacerte: ¿a qué le tengo miedo? ¿qué podría suceder? ¿qué cosa o situación valiosa está en riesgo? ¿qué me hace pensar que eso puede suceder? ¿cuándo me pasó algo parecido? ¿cómo reaccioné? ¿cómo lo resolví? ¿qué recursos propios utilicé? ¿cómo podría usarlos hoy? ¿qué podría hacer para minimizar las posibilidades de que eso temido ocurra? ¿cuánto permiso me estoy dando para equivocarme? 


El miedo es una emoción que aparece habitualmente cuando converso con emprendedores. Tomá nota de estas preguntas para empezar a gestionarlo y a desafiar los juicios que sostienen al miedo. 


Si necesitas conversar sobre éste u otros temas, no dudes en contactarme. 

soledad ytuarte logo (8).png
bottom of page