
Abundan consejos sobre la necesidad de reinventarse en estos tiempos de cuarentena, pandemia y distanciamiento social. En esta situación inédita que estamos viviendo estamos dedicadas full time a la reinvención de nosotras mismas y de nuestros emprendimientos. Estoy convencida de que tener un propósito y una tarea es vital.
Pero hoy te propongo que pongas un pie en el freno y no hagas nada de eso, que no pienses, que no te reinventes, que no empieces. Te propongo un rato para vos, dedicado al aquí y ahora. No es fácil aprender a despojarse de ayer y de mañana, de recién y dentro de un rato, para centrarse en este momento. Pero no es imposible.
Te invito a que pruebes con un ejercicio de centramiento. Buscá un lugar cómodo, sentate lo más relajada que puedas con los pies bien apoyados en el suelo, la espalda recta, las manos sobre los muslos. Encontrá dentro de esta posición, el punto donde no sientas tensiones. Y cerrá los ojos.
Comenzá con una respiración pausada, y tranquila, no hace falta respirar profundo, pero registrá cada respiración, cada entrada de aire y cada salida de aire.
Ademas registrá cómo estás, como te sentis, si percibís algún dolor, alguna molestia en alguna parte del cuerpo. Cómo sentís tus piernas? Tus caderas? Tus brazos? Tus manos?
Y en este momento te invito a visitar algún lugar en el que seas o hayas sido feliz. Puede ser del presente o del pasado, puede ser tu casa, un lugar de veraneo, la casa de un ser querido, un lago, un lugar en la montaña, la casa de tus abuelos. Algún sitio que te traiga lindos recuerdos y lindas sensaciones.
Una vez que estés ahí, mirá alrededor, registrá lo que ves, quienes están, si estás sola, o estás acompañada, donde estás sentada? o parada?, si estás riendo o jugando o charlando con alguien, registrá los olores, los sonidos, los objetos, las sensaciones que te produce estar en ese lugar. Mirá a tu alrededor y ahora dibujá una sonrisa en tu rostro para empezar a volver al aquí y ahora.
Te invito ahora a respirar profundamente tres veces. Inspiro y exhalo. De a poco, a medida que puedas y lo sientas podes ir moviéndote, estirándote de acuerdo a lo que tu cuerpo te pida, y abriendo los ojos.
Estás aquí y ahora. Disfrutalo. Saborealo. Hacelo durar. Te pertenece.