
Por Sol Ytuarte
Los beneficios de practicar mindfulness o consciencia plena son muchísimos. Según la Sociedad Mindfulness y Salud, es "prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación".
¿Para qué estar conscientes en el aquí y ahora? Es que es inútil quedar ancladas en cuestiones pasadas, que ya no podemos cambiar, y pre-ocuparnos en posibles hechos o situaciones del futuro. A menos que tengas el don de la videncia, es imposible saber lo que puede suceder mañana. Lo único real, tangible, es el hoy, el presente, el aquí y ahora. Por eso es tan vital poder abrazarlo y sentirlo. Además, estar atentas nos permite fluir mejor ante circunstancias adversas, y adaptarnos activamente a lo inesperado. También brinda serenidad, claridad mental, y reduce los niveles de cortisol, que es la hormona que se libera en situaciones de estrés. ¿Cómo lograrlo?
- Empezá de a poco, con momentos dedicados a esta exploración. Las clave de una mente consciente y plena es la apertura y la aceptación. Apertura para dejar que las cosas fluyan y aceptación (que es distinto a resignación), para darte cuenta de que algunas circunstancias no responden a tu control. Lo que sí podes gestionar es cómo las ves y las recibís. También despojarte de juicios sobre lo que está bien o mal, te va a permitir gestionar emociones, aceptar lo que sucede y promover la consciencia plena.
- Aspectos de la corporalidad, como la respiración y la postura, son claves a la hora de elevar el estado de consciencia. Ser consciente de tu respiración, focalizar en ella, como estás respirando, con qué ritmo, y pensar en tu cuerpo, para sentir dónde están las tensiones, algún dolor, molestia, qué te cuesta más o menos relajar, en qué momentos. Ser conscientes de nuestra corporalidad es el inicio para prestarle más atención a nuestras vidas.
- Empezá a gestionar algunas tareas del día que en general están automatizadas, y realizalas en silencio, tomándote el tiempo para completarlas con absoluta atención a lo que estás haciendo y a cómo lo estás haciendo. Pensá en alguna tarea que realices a diario sin pensar, en modo automático. Puede ser el almuerzo, o regar las plantas, la que vos consideres.
- Esto lo recomiendo siempre: ese café, mate o té que tomas en algún momento del día, ese libro que agarras de vez en cuando, realizá esta actividad que es tan cotidiana sentada en algún lugar donde nunca te sientes, con nada más que ese objeto que necesitas. En mi caso, tomo mi café mirando la ventana después de comer o caminando. Me desconecta de lo que estoy haciendo, de los dispositivos, de la urgencia, para conectarme conmigo y con mi entorno más inmediato y natural.
- Un tip para esos momentos. Te recomiendo que los acompañes con música sintonizada a 432 hz. Si no escuchaste hablar de esto, hay mucho material en Internet pero básicamente, la mayoría de la música del mundo está sintonizada a un nivel de 440 hz, lo que significa que la música vibra 440 veces por segundo. Esto surgió de un decreto de Goebbels, allá por el 39, pero hasta ese momento el LA musical se afinaba a 432 hz y dicen que ésta es la frecuencia en la que vibra el Universo, e impacta positivamente en nuestra consciencia y nuestra salud. También hay melodías relajantes con la frecuencia 963 hz, llamada "frecuencia de Dios". Por supuesto que es algo imperceptible al oído humano pero te invito a explorar alguna de estas melodías, que a mi me encantaron.
Espero que te haya sido útil este contenido. Como siempre, espero tus comentarios!